El colegio Ausiàs March acoge, bajo estrictas medidas de seguridad sanitarias, este programa social pionero del Ayuntamiento que garantiza tres comidas al día a los niños y niñas participantes
Tras un año de parón obligatorio, que coincidió con el confinamiento total del país, el campamento social de Pascua, organizado por la concejalía de Bienestar Social, ha vuelto para asistir a niños y niñas del municipio con necesidades especiales durante las vacaciones de Semana Santa y para ayudar a conciliar a aquellas familias que más lo necesitan. Veintiún niños y niñas de Primaria y trece de Infantil, acuden a las instalaciones del Colegio Público Ausiàs March donde se desarrolla este programa pionero bajo estrictas medidas de seguridad, que combina actividades lúdicas con comedor, garantizando tres comidas al día a los niños y niñas beneficiarios.
Como afirma el alcalde, Carlos Fernández Bielsa, “organizar actividades con menores y en tiempos de pandemia es algo muy complejo. Aún así, desde el Ayuntamiento no podíamos dejar de ayudar a las familias que más lo necesitan y hemos realizado un gran esfuerzo para crear un entorno seguro donde estos niños y niñas puedan pasarlo bien y, lo más importante, garantizarles una alimentación durante sus vacaciones”.
Este año, debido a las circunstancias sanitarias, el campamento de Pascua se ha llevado a cabo con medidas excepcionales. Todos los niños y niñas que acuden, siguen un estricto protocolo de seguridad sanitario con toma de temperatura a la entrada, desinfección constante de manos, entrada al campamento por turnos para evitar aglomeraciones, la separación de 1,5 metros entre menores en el comedor, así como el uso de mascarilla.
Una vez en las propias instalaciones del colegio Ausiàs March, toman la comida agrupados por edades y supervisados en todo momento por monitores cualificados y con todas las medidas de precaución. Al finalizar, los y las menores pertenecientes a 31 familias se les entregan la merienda y el desayuno del día siguiente. Como explica el concejal de Bienestar Social, Ximo Moreno, “hace ocho años, Mislata fue el primer ayuntamiento valenciano que abrió los comedores escolares en vacaciones. Desde Servicios Sociales detectamos una grave carencia para muchas familias y no podíamos dejar a nadie atrás. Estamos muy felices que gracias a las políticas para las personas como este programa lleguemos a aquellas familias que más lo necesitan”.