El principal objetivo de los trabajos es contener la proliferación de roedores y mosquitos, tras las graves inundaciones del pasado octubre
Tras el paso de la DANA del pasado 29 de octubre que dejó intensas lluvias e inundaciones, y el estancamiento de agua en diferentes zonas, se detectó un repunte significativo en la proliferación de plagas, especialmente de roedores y mosquitos en los cascos urbanos.
El área de Bienestar e Inclusión Social y Salud Pública de la Diputación de Valencia ha extendido una ayuda extraordinaria a los municipios afectados para reforzar las labores de control de plagas. En concreto, se trata de una subvención directa de 4.170,50 euros concedida por razones de interés sanitario, destinada al control y prevención de los distintos vectores biológicos que suponen un riesgo para la salud pública, como los roedores y los mosquitos, debido a su capacidad de transmisión de enfermedades. Además, la ayuda contempla también la revisión de las condiciones de higiene y limpieza, así como medidas de protección y mantenimiento preventivo.
El alcalde, Carlos F. Bielsa, apunta desde el consistorio “la importancia de estas acciones para preservar el bienestar y la seguridad de todos los vecinos y vecinas”, destacando como positivo este refuerzo de los tratamientos que ya se realizan durante todo el año. Así, como afirma el concejal de Salud Pública, Alfredo Catalá, “estos tratamientos periódicos se realizan con un producto ecológico y actúan directamente sobre las larvas para evitar su reproducción”.
La empresa adjudicataria del servicio, con amplia experiencia en el control de plagas en el municipio, es la encargada de aplicar los tratamientos intensivos, que se están llevando a cabo desde el pasado mes de febrero. Las actuaciones contemplan un plan reforzado de control de roedores en las zonas más afectadas y la aplicación de tratamientos específicos contra el mosquito tigre en puntos críticos con acumulación de agua estancada. También se están desarrollando medidas preventivas para eliminar las larvas en acequias y espacios especialmente sensibles, con el objetivo de evitar la proliferación de plagas y garantizar la salud pública.