El programa, que se desarrolla bajo estrictas medidas de seguridad, combina actividades lúdicas con comedor, garantizando tres comidas al día a los niños y niñas beneficiarios
Carlos F. Bielsa: “Esta iniciativa brinda la posibilidad a los menores de pasar un verano diferente con actividades de ocio y tiempo libre, alimentación saludable y un refuerzo educativo en un espacio seguro”
Durante los meses de julio y agosto, alrededor de 120 niños y niñas de Mislata, con edades comprendidas entre los 3 y 17 años, acuden al campamento social de verano, organizado por la concejalía de Bienestar Social para ayudar a las familias mislateras con más necesidades a poder conciliar su vida laboral mientras los niños no tienen clases. Este año, debido a las circunstancias derivadas de la crisis sanitaria, al igual que ocurrió en la pasada edición, vuelve a ser un año con medidas excepcionales. Todos los niños y niñas participantes seguirán un estricto protocolo de seguridad sanitario con toma de temperatura a la entrada, desinfección constante de manos, entrada al campamento por turnos para evitar aglomeraciones, limpieza y desinfección de los materiales utilizados, la separación de 1,5 metros entre menores en el comedor, así como el uso de mascarilla.
Para el alcalde, Carlos F. Bielsa, “desde el equipo de gobierno tenemos un claro compromiso de dar respuesta a las necesidades sociales de todas aquellas personas que lo están pasando mal; es por ello que hemos realizado de nuevo un gran esfuerzo para crear un entorno seguro donde estos niños y niñas puedan pasarlo bien y, lo más importante, garantizarles una alimentación durante sus vacaciones”.
La actividad se enmarca dentro de las políticas para las personas desarrolladas por el Ayuntamiento de Mislata y se ha convertido en todo un referente nacional tras casi ya una década de funcionamiento. Mislata fue el primer ayuntamiento valenciano que abrió los comedores escolares en verano, después de que Servicios Sociales detectara que muchas familias tenían dificultades para cubrir las necesidades nutricionales de sus hijos e hijas en períodos vacacionales.
De esta forma, durante las próximas semanas, los y las menores recibirán la comida en las propias instalaciones del colegio Ausiàs March, y se les entregará la merienda y el desayuno del día siguiente. A parte, como explica el concejal de Bienestar Social, Ximo Moreno, “los niños y niñas contarán siempre con la presencia de monitores titulados que han diseñado varias actividades lúdicas compatibles con la situación actual”. Para garantizar una mayor seguridad, los niños y niñas participantes han sido organizados en diversos grupos burbuja, para que, “en el caso de salir algún caso positivo durante estas semanas se aislaría únicamente al grupo afectado y se podría continuar así con el campamento”, apunta Moreno.