Representantes de nueve países se han dado cita en Mislata, junto a las asociaciones locales de mujeres, para clausurar el proyecto sobre igualdad de género y derechos tras la COVID-19
Ayer, 17 de octubre, el parque de La Canaleta de Mislata fue el escenario de la última jornada del proyecto europeo HEARD, que tiene como objetivo analizar el impacto de la crisis de la COVID-19 en el debate democrático, el disfrute de los derechos fundamentales y el trabajo y la vida de las mujeres desde una perspectiva de género. El proyecto, financiado por la Unión Europea, ha contado con la participación de países como Eslovenia, Portugal, Italia, Suecia, España, Grecia, Bulgaria, Francia y Chipre, cuyos representantes se desplazaron hasta Mislata para el acto de clausura.
La jornada final culminó con un encuentro de convivencia de las asociaciones de mujeres de Mislata, en el que se reunieron más de 500 personas en el parque de La Canaleta. Este evento contó con la presencia del alcalde, Carlos Fernández Bielsa; la vicealcaldesa y concejala de Políticas de Igualdad, María Luisa Martínez Mora; el concejal de Proyectos Europeos, Ximo Moreno, y miembros de la corporación. Junto con los representantes públicos también estuvieron presentes los distintos representantes internacionales del proyecto, poniendo de manifiesto la importancia de la cooperación y la solidaridad entre países para abordar las problemáticas derivadas de la pandemia, especialmente en relación con los derechos de las mujeres y la igualdad de género.
Para el alcalde, Carlos F. Bielsa, “con este encuentro internacional y la participación activa de las asociaciones de mujeres de Mislata, el ayuntamiento reafirma su compromiso con la igualdad de género y el fomento de la democracia participativa a través de proyectos europeos de alto impacto como HEARD”.
HEARD ha tenido como misión principal involucrar a ciudadanos y residentes de la Unión Europea en el debate democrático, fomentando la participación en el codiseño de políticas públicas que reflejen las necesidades reales de la población, especialmente en relación con las medidas adoptadas por los estados miembros durante la pandemia. Esta iniciativa ha permitido intercambiar ideas sobre las consecuencias de la crisis sanitaria desde una óptica de género, con el objetivo de ofrecer una respuesta más inclusiva y equitativa para la sociedad.
